Santa María rescata a un siervo del rey de morir ahogado
1. El rey don Alfonso lanza un halcón a una garza;
2. El halcón hiere en un ala a la garza, que cae a un río;
3. El rey pide a voces que alguien entre a por la garza;
4. Un hombre entra a por la garza y está a punto de ahogarse;
5. Santa María hace salir al hombre del río con la garza en la mano;
6. El hombre entrega la garza al rey y todos alaban a la Virgen.
Clave: ten en cuenta que el artista, para conservar la armonía estética del conjunto, distribuyó en una misma columna las escenas de la orilla y en la otra las del río.
https://www.youtube.com/watch?v=D_L-9HzoNgM&feature=youtu.be
Cómo Santa María quiso proteger de la muerte a un hombre del rey que entrara por una garza en un río.
En gran dificultad siempre viene a socorrer
la Virgen a quien confía en su bondad.
Cómo, cierta vez, socorrió, ante el rey
don Alfonso, como ahora os diré,
a un hombre que hubiera muerto, bien lo sé,
si no hubiera sido por La que nos guarda.
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Esto sucedió en el río que suelen
llamar Henares, adonde el rey había ido a cazar,
y resulta que un halcón suyo mató
a una garza confiando en su mucha superioridad.
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Pues aunque la garza se remontó mucho,
aquel halcón la alcanzó presto
y, de un golpe, le quebró un ala,
y cayó al agua de tal manera
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
que los perros no podían alcanzarla,
porque el río corría poderosamente,
por lo que habrían de perderla.
Pero el rey dio voces: «¿Quién será, quién,
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
el que entre por la garza
y la consiga pronto y me la traiga aquí?»
Y uno de Guadalajara
dijo así: «Señor, yo la traeré a este lado
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
del río». Y luego en él se metió
con sus botas, que no se las quitó,
y se llegó hasta la garza y la cogió
por la cabeza, y quisiera
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
volver, porque tenía muchas ganas
de darle la garza al rey, su señor.
Pero el agua le rodeó,
de forma que le hizo perder el sentido.
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Porque la fuerza del agua le tomó de tal modo
que le sumergió dos o tres veces,
pero él llamó, muy cortés, a la Virgen
que parió a Jesucristo en Belén.
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Y todos, a su vez, se sumaron a ello;
pero el rey dijo: «No le pasará mal alguno,
porque no lo permitirá la Madre espiritual
que nos guarda y nos tiene en su poder».
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Y, aunque todos decían: «Está muerto»,
el rey decía: «No lo está, a fe mía,
porque no lo permitirá Aquella que está
siempre con Dios y que no nos abandona».
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Y así fue, porque de inmediato (de verdad lo digo),
lo hizo la Virgen salir del río,
sano y salvo, y venir hasta el rey,
con su garza, que trajo de tan dentro.
En gran dificultad siempre viene a socorrer...
Y fue a dársela, sin demora, al rey,
que bendijo mucho a La de buen talante,
por este milagro que hizo tan grande,
y todos respondieron al instante: «Amén».
En gran dificultad siempre viene a socorrer...