Alfonso IX de León fue el primer monarca del
mundo que convocó una asamblea que hoy la UNESCO reconoce como el primer
precedente del parlamentarismo en el mundo.
Los leoneses y no los ingleses “inventaron” el parlamentarismo en el mundo
Carlos Berbell
Gracias
al cine y a la literatura nos hemos creído que los ingleses fueron lo
inventores del sistema parlamentario y de la democracia. Lo han vendido
bien, es cierto.
Todo el mundo se ha creído que nació en 1215, cuando la nobleza obligó al rey Juan Sin Tierra, hermano de Ricardo Corazón de León, a firmar la Carta Magna,
para mantenerse en el poder. Todo el mundo cree que esa fue la primera
vez en el mundo en la que el poder de un monarca se vio limitado por
una asamblea; un precedente histórico del constitucionalismo clásico.
Pero no es verdad. No fueron los ingleses sino los leoneses nada
menos que 27 años antes, en 1188. Concretamente en el Reino de León, por
orden del monarca Alfonso IX.
O lo que es lo mismo, los españoles -como herederos de aquellos leoneses-.
Así lo reconoció y lo proclamó la UNESCO en 2013: León es el
precedente histórico mundial más antiguo del parlamentarismo en el
mundo.
En la primavera de aquel año, Alfonso IX convocó en la Iglesia de San Isidoro de León lo que entonces se denominaba Curia Regia, o consejo real, que hoy es considerado “el precedente institucional más cercano a las cortes”, o parlamento.
A dicha asamblea fueron llamados los representantes del clero, la nobleza, y, por primera vez en la historia, los “ciues electti”, representantes elegidos por el pueblo.
Los “Decreta” era un corpus documental que estaba compuesto por 17
estatutos o decretos que reconocían derechos, garantías y libertades y
obligaba a todos los estamentos sociales, desde el monarca hasta el
ciudadano más humilde, a cumplir la ley.
El Reino de León en aquel entonces comprendía lo que hoy es Galicia, Asturias, León y Extremadura.
De acuerdo con el catedrático de la Universidad de Westminster, John Keane, este impulso democrático se debió, en parte, a la necesidad de la Corona leonesa de obtener ingresos, tras el freno de la Reconquista. De ahí la participación del pueblo, como una contrapartida a la subida de impuestos.
A diferencia de la “Carta Magna” inglesa, no se conserva el texto original de los “Decreta” de 1188.
Sin embargo, las copias, contenidas en documentos diplomáticos medievales bastaron al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para solicitar, ante la Unesco en 2012, el reconocimiento de León como precursor mundial de las cortes democráticas. Un reconocimiento que se produjo un año más tarde.
O lo que es lo mismo, los españoles -como herederos de aquellos leoneses-.
En la primavera de aquel año, Alfonso IX convocó en la Iglesia de San Isidoro de León lo que entonces se denominaba Curia Regia, o consejo real, que hoy es considerado “el precedente institucional más cercano a las cortes”, o parlamento.
A dicha asamblea fueron llamados los representantes del clero, la nobleza, y, por primera vez en la historia, los “ciues electti”, representantes elegidos por el pueblo.
Los Decreta, la Carta Magna leonesa
“En el nombre de Dios: yo Don Alfonso, rey de León y Galicia, habiendo celebrado curia en León, con el arzobispo [de Santiago de Compostela] y los obispos y los magnates de mi reino y con los ciudadanos elegidos de cada una de las ciudades, establecí y confirmé bajo juramento que a todos los de mi reino, tanto clérigos como laicos, les respetaría las buenas costumbres que tienen establecidas por mis antecesores”, declaró Alfonso IX en los Decreta, la Carta Magna leonesa.El Reino de León en aquel entonces comprendía lo que hoy es Galicia, Asturias, León y Extremadura.
De acuerdo con el catedrático de la Universidad de Westminster, John Keane, este impulso democrático se debió, en parte, a la necesidad de la Corona leonesa de obtener ingresos, tras el freno de la Reconquista. De ahí la participación del pueblo, como una contrapartida a la subida de impuestos.
A diferencia de la “Carta Magna” inglesa, no se conserva el texto original de los “Decreta” de 1188.
Sin embargo, las copias, contenidas en documentos diplomáticos medievales bastaron al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para solicitar, ante la Unesco en 2012, el reconocimiento de León como precursor mundial de las cortes democráticas. Un reconocimiento que se produjo un año más tarde.